
EL PERRO SABIO*
Paseando por la calle
no hace mucho, un perro sabio
percibió que hablaba alguien:
era un cúmulo de gatos.
Como estaban abstraídos
se detuvo para espiarlos.
Un gran gato circunspecto
exhortaba a sus hermanos:
“¡Orad fieles camaradas!
y después que hayáis orado
una vez y otra vez más
lloverán ratas a cambio”
Cuando el perro escuchó tal,
hizo mofa autoritario.
“¡Lerdos gatos engreídos!
Me producen gran cansancio.
Ya mi padre y sus ancestros
promulgaban este adagio:
No son ratas ni ratones
lo que cae del espacio,
sino huesos suculentos
cuando a Dios eleváis cantos.
Mantened esto presente
y viviréis muchos años”.
Antonio Pinedo ©
28-10-08
(*) Este poema está basado en un texto con el mismo nombre del poeta y filósofo libanés Gibran Khalil Gibran
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